Aquí encontrará toda la información sobre el burdel de Pompeya que es importante para los visitantes. Lupanar era la palabra latina para referirse al burdel.
En la época romana precristiana había burdeles en todas las ciudades del Imperio Romano. Las chicas eran en su mayoría esclavas de otras provincias, por ejemplo de Oriente Medio. En Pompeya, se calcula que el número de burdeles era de unos 20 en el año 79 d.C., año de la caída de la ciudad (con unos 25.000 habitantes). Uno de ellos está bien conservado.
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Hoy en día, el burdel es la atracción turística más visitada de las excavaciones de Pompeya. A menudo se forman largas colas de gente frente al pequeño edificio en el centro de la antigua ciudad de Pompeya. Durante la temporada hay largas colas. El antiguo prostíbulo de Pompeya es una gran atracción para los turistas.
En la antigua Pompeya, los servicios sexuales por dinero eran algo normal. Incluso se dice que había algunos hombres que se prostituían para las mujeres. Había burdeles, pero también en muchos bares normales había prostitución. A menudo las camareras iban a una sala especial con los clientes masculinos. El sexo era barato, el precio del sexo apenas era mayor que el de una gran jarra de vino o una comida
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El Lupanar (burdel) conservado está en el centro de la ciudad antigua, a unos 100 metros de la plaza central del Foro (este). Se pueden ver varias habitaciones pequeñas con camas de piedra. En aquella época había, por supuesto, un colchón sobre las camas y las pequeñas habitaciones tenían puertas.
En la pared se pueden ver varios cuadros antiguos. Aquí, por ejemplo, se muestran posiciones sexuales, quizás algo así como una lista de ofertas o algo similar. Pero hoy los cuadros están en muy mal estado, apenas se reconoce nada.
Los mejores cuadros (frescos) se utilizaron en el Museo de Arqueología de Nápoles y pueden verse allí.
También se puede ver un retrete antiguo en el burdel de Pompeya.
En el burdel y sus alrededores hay muchas inscripciones antiguas (grafitis) con contenidos como «Aquí tuve mucho sexo» o «Hic Habitat Felicitas» (la suerte vive aquí). En total, en el pequeño burdel de Pompeya se encontraron más de 130 inscripciones, que aún son legibles. Algunas son también de las mujeres que trabajaban en el Lupanar. Especialmente para las personas que pueden leer el latín muy interesante.
Cortometraje en Youtube sobre el burdel de Pompeya
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El piso inferior del burdel de Pompeya era más bien para los clientes normales, el piso superior para los huéspedes ricos. Las habitaciones de arriba eran un poco mejores y más grandes. Las prostitutas más nobles del piso superior cobraban aproximadamente el doble de precio que las del piso inferior. Por el equivalente a unos 2 litros de vino se podía tener sexo en el burdel de Pompeya. Incluso los esclavos podían permitirse eso en parte. Pero sólo había un «Quickie». El pretendiente tenía unos 10 minutos de tiempo, normalmente ni siquiera se quitaba los zapatos. Por supuesto había, todo como hoy, por más dinero un servicio mejor y más largo.
En el piso superior de la Freudenhaus también se encontró una comida (como fideos y judías). Probablemente pertenecía a una señora que trabajaba en un prostíbulo. Las habitaciones no tenían ventanas. Sólo había luz de velas.
En el mundo antiguo, una lámpara con forma de pene brillaba delante del burdel por la noche. Se suponía que mostraba a los clientes el camino y dejaba claro que era un prostíbulo.
Por cierto, Lupanar hipt se traduce como Wolfsfalle (lupa el lobo). Era la palabra común para designar el burdel en el antiguo Imperio Romano. Lupa era el término coloquial para designar a una prostituta.
El Lupanar fue descubierto y excavado ya en 1862. Hace unos años, el antiguo burdel fue renovado por 400.000 euros. Por cierto, muchos de los cuadros del burdel de Pompeya no se expusieron hasta aproximadamente 1970. Los cuadros antiguos del Lupanar eran demasiado pornográficos en la Italia católica. También en algunas termas de Pompeya (baños públicos) se encontraron cuadros porno similares. Si las prostitutas también trabajaban en las termas es algo controvertido entre los expertos. Hoy en día, los burdeles están ampliamente prohibidos en Italia.
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